PORQUE LOCOS ESTAMOS TODOS
Hay muchas clases de locuras, pero sí, creo que a nuestra manera, todos estamos un poco locos. Hoy en día decimos que una persona es o está loca cuando la vemos reírse mucho, tiene mucha alegría, canta y baila sin la necesidad de estar sonado música, y muchas cosas más que simplemente son síntomas de ser feliz y estar enamorado de la vida.
Recuerdos buenos tenemos todos; malos, desgraciadamente, también. Pero y los recuerdos locos, ¿quién decide si un recuerdo es loco o no?
Así es como me gusta ver a mis novios el día de su boda. Perdón, os explico esto de “mis novios”; toda organizadora de bodas tiene muchos novios, no son solo los novios de las bodas que organizas este año, las que organizaste hace años aún siguen siendo tus novios, porque así es como los recordarás siempre. Por lo menos es lo que me pasa a mí. Por lo tanto, no es nada raro que hable de mis novios de Alemania, de lo que se fueron a vivir a Dublín, de mis novios a los que se les desmayó una dama de honor en medio cóctel de bienvenida, o de cualquiera de ellos… Será cosa trabajar con pasión, que acabas sintiéndolo como tuyo.
A lo que iba, que me desvío del tema… Me encantan los novios locos. Los que no dejan de sonreír, los que se levantan en medio del banquete a bailar con su madre o abuela aunque ellas entre risas intenten frenarlos con un “¡ni se te ocurra!” Lo digo siempre y no me canso de decirlo: los novios disfrutones, los mejores. Está claro que cada novi@ tiene su propia personalidad, no a todos les nace hacer un discurso, e incluso están los necesitan su empujoncito para hacer el baile nupcial, porque solo de pensarlo ya se mueren de vergüenza. Por eso cada uno es “novi@ loc@” a su manera, porque qué es una boda si no una celebración del amor en toda regla, y en las celebraciones se ríe, baila y disfruta como si no hubiera un mañana.
Pero no solo hay novios locos en una boda, también hay invitados y familiares locos, consiguiendo entre todos que sea un día inolvidable.
Son ya casi 150 bodas desde que empecé en esta maravillosa profesión, y os aseguro que he podido ver de todo. Así que por favor, DISFRUTAD. Tanto como si llueve o graniza, os llegue tarde el peluquero, la damita de honor al final no quiera serlo y salga corriendo al entrar a ceremonia… Disfrutad de ese momento porque es vuestro, hasta incluso de los nervios previos a la boda y todo el estrés que os pueda generar, ¡bendito estrés nupcial!
Al fin y al cabo todo son anécdotas, y mejor contarlas con una sonrisa de oreja a oreja entre risas. Así que recordad: una boda es una fiesta no una actuación, si al final de la boda acabas casada con quien amas, todo ha salido bien.
Palabrita de organizadora loca ;)
#blueseventeam